Convulsión

La convulsión es una contracción involuntaria violenta de algunos músculos voluntarios . No provocan ninguna consecuencia permanente, por ejemplo en el caso de despertarse de la anestesia general son una consecuencia normal.

Algunas causas de convulsiones son: infecciones virales , tumores , sangrado cerebral , toxemia (como uremia o intoxicación por plomo o cocaína ) , trastornos metabólicos (como hipoglucemia ), alcoholismo agudo o crónico , consumo de drogas (como bencilpiperazina ) . La epilepsia es una enfermedad crónica caracterizada en muchas de sus formas por convulsiones recurrentes, en ausencia de otras posibles causas predisponentes para las convulsiones.

Algunos medicamentos anticonvulsivos son: diazepam , fenobarbital y fenitoína . Sin embargo, es necesario consultar a un médico inmediatamente, antes de administrar cualquier fármaco o producto al sujeto, para evitar daños irreparables.

Características

En casos de convulsiones, el sujeto primero pierde el conocimiento y, en consecuencia, cae al suelo. Los músculos se mueven repentina e incontrolablemente. La persona puede perder temporalmente el control de los esfínteres anales y vesicales.

Una persona que sufre un ataque convulsivo puede tener los ojos en blanco hacia arriba o hacia los lados, saliva que sale de la boca y rigidez de los músculos de la mandíbula, con rechinar de dientes , vómitos y/o diarrea. Tiene dificultad para despertarse y dolor de oídos.

La persona puede tener dificultad para respirar o con interrupciones temporales seguidas de una respiración ruidosa. Eventualmente puede aparecer cianótico.

Asistencia

Inicial

Para reducir o anular el impacto con el suelo, trate de agarrar a la persona mientras cae, si es posible, y colóquela en el suelo.

Durante las convulsiones

No se debe bloquear a la persona en un intento de obstaculizar el movimiento. Deja que el episodio siga su curso. Tratar de contener o entorpecer a la persona puede causar fracturas o desgarros musculares.

Alejar los objetos puntiagudos o angulosos con los que el sujeto podría lesionarse; mueva a la persona por sí misma, si está cerca de escaleras, puertas de vidrio u otros peligros.

Al contrario de lo que muchos creen, no se debe introducir ningún objeto (una cuchara o un pañuelo) dentro de la boca del sujeto, ni siquiera para intentar separar los dientes o para evitar que se muerda la lengua.

Afloje la ropa ajustada. Al contrario de lo que algunos creen, darle de beber al sujeto o echarle agua fría en la cara no detiene la crisis, al contrario pueden provocar que se asfixie. Por lo tanto, no debe interferir con el evento de ninguna manera.

Tras las incautaciones

Una vez pasadas las convulsiones, para proteger a la persona del peligro de asfixia por saliva o vómito, es recomendable colocarla en una posición lateral segura . No se alarme si la persona se siente confundida, entumecida o se queda dormida. No intente recuperar el conocimiento abofeteándolo o sacudiéndolo.

Bibliografía

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