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Salmo 14 | ||
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"Dixit insipiens in corde suo" "Dice el necio en su corazón" | ||
![]() La versión cantable de Martín Lutero del Salmo 14 (" Es spricht der Unweisen Mund wohl ") en el Enchiridion de Erfurt de 1524 , en ese momento todavía se usaba la numeración Septuaginta / Vulgata de los Salmos (" Der .xiii. Salmo ", lit. '" El 13er Salmo" ' ).
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Autor | David | |
Tipo | Salmo | |
Libro | Libro de los Salmos | |
Parte de | Biblia | |
Orden | Tanaj (Antiguo Testamento) | |
Categoría | Torá | |
Precedido por | Salmo 13 | |
Sucedido por | Salmo 15 | |
Idioma | Hebreo (original) | |
El salmo 14 es, según la numeración hebrea, el decimocuarto salmo del Libro de los salmos de la Biblia. Corresponde al salmo 13 según la numeración de la Biblia Septuaginta griega, empleada también en la Vulgata latina. Por este motivo, recogiendo la doble numeración, a este salmo también se le refiere como el salmo 14 (13).
Atribuido a David, con diferencias menores, es casi idéntico en contenido con el Salmo 53. Hermann Gunkel fecha el salmo al período del exilio.
Muchos autores han comentado sobre los salmos. Incluso:
La misma «necedad» humana que contempla este salmo es la que San Pablo reconoce en su tiempo y en toda época. Los hombres, al rechazar a Dios, se entregan a la injusticia y a la corrupción moral. No se trata solo de un error intelectual, sino de una actitud que conduce al extravío y la violencia.
Este salmo expone con claridad esa realidad: inicia con una queja sobre la necedad de quienes niegan a Dios (vv. 1-3), sigue con una recriminación por su conducta irracional, que podría evitarse con un razonamiento recto (vv. 4-6), y concluye con una afirmación esperanzadora sobre el destino del pueblo elegido (v. 7). El mensaje del salmista sigue siendo actual. La ausencia de Dios en la vida de los hombres no solo oscurece su entendimiento, sino que los aparta de la justicia. Por eso, tanto en la Escritura como en la enseñanza de San Pablo, se muestra que solo en Dios se encuentra la verdadera sabiduría y el camino hacia la salvación.
El salmo presenta una clara oposición entre el necio, que dice en su corazón: «No hay Dios» (v. 1), y el sabio, que «busca a Dios» (v. 2), retomando la contraposición entre impíos y justos ya establecida en el Salmo 1. Para el salmista, la negación de Dios por parte del necio no es solo teórica, sino que se traduce en su conducta: «No hay quien haga el bien» (vv. 1,3). Esta actitud refleja un ateísmo práctico, donde se asume que Dios no interviene en la vida humana, lo que lleva a la corrupción moral.
San Pablo cita este pasaje (vv. 1-3) en su descripción de la humanidad apartada de Dios (cfr. Rm 3,10-12). Frente a este rechazo, la adoración es la respuesta del creyente, reconociendo a Dios como Creador y Salvador (cfr. Sal 95,1-6). Como señala el Catecismo de la Iglesia Católica, la adoración nos llena de humildad y refuerza nuestras súplicas ante el Dios todopoderoso.
El salmo también denuncia la falta de discernimiento del necio, que ignora la seguridad del justo en Dios (v. 6) y el juicio divino venidero (v. 5). En el v. 4, no queda claro si habla el salmista o Dios, pero la mención de «mi pueblo» introduce un cambio de enfoque: ya no es solo una reflexión general sobre la necedad, sino que pone el centro en Israel, el resto fiel que sufre la opresión de los impíos.
La conducta del necio, según el salmista, surge de su falta de discernimiento frente a la confianza del justo en Dios (v. 6) y el juicio divino que se avecina (v. 5). En el v. 4, no queda claro si la voz es la del salmista o la de Dios, pero con la expresión «mi pueblo» el enfoque cambia: ahora la atención recae en Israel, el resto fiel que sufre la opresión de los impíos. El salmo también alude al regreso de los desterrados de Babilonia como una obra de Dios desde su Templo en Jerusalén. Este hecho debería llevar al «necio» a reflexionar, pues es una prueba concreta de la intervención divina en la historia de su pueblo.
Hay un largo pasaje después del versículo 3 que está presente en la Septuaginta , la Vulgata y dos manuscritos hebreos, pero que falta en el texto masorético y en el Salmo 53. El pasaje (y los versículos 2 y 3) se cita en completo en Romanos 3 de la Septuaginta. El hebreo de este pasaje, incluido el versículo 3, dice:
Hebreo | Español |
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הכל סר יחדו נאלחו |
Todos se han ido a un lado, juntos se vuelven inmundos. |
David le dice a la audiencia que es una tontería no creer en Dios. La declaración de apertura dice:
"El necio ha dicho en su corazón: No hay Dios".
En la Biblia, cuando se hace referencia a algo o alguien como "tonto", esto significa que esta persona es "alguien que ignora la palabra de Dios". Se refiere a ellos como corruptos y hace un trabajo que es odioso cuando dice "abominable". David está dejando en claro que sin Dios, el hombre no puede hacer ningún bien porque tenemos una naturaleza pecaminosa. Quien no cree en Dios es susceptible al odio y al comportamiento corrupto.
David comienza a hacer referencia al regreso de Cristo para recuperar a su pueblo. Cuando discute la salvación de Israel y los saca del cautiverio. Él está diciendo que el Señor traerá a los que invocan su nombre y son sus creyentes a un lugar seguro. Seguridad, lejos del dominio del pecado en la tierra.
Algunos versículos del Salmo 14 se mencionan en el Nuevo Testamento. Los versículos 1c, 2b, 3 se citan en Romanos 3: 10-12