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El Nunc dimittis, también llamado El cántico de Simeón, es un cántico del Evangelio de Lucas, así llamado por sus primeras palabras traducidas al latín, que significan "Ahora dejas". Es uno de los cuatro Cánticos Evangélicos, siendo los otros tres el Magníficat o Cántico de María, el Benedictus o Cántico de Zacarías y el Gloria in excelsis Deo, adoración de las huestes celestiales en el 2:14.
Dentro de la Liturgia de las horas, el Nunc dimittis es el canto evangélico empleado en el rezo de las completas.
Siméon era un devoto judío a quien el Espíritu Santo le había prometido que no moriría hasta haber visto al Salvador. Cuando la Virgen María, y San José, llevaban al Niño Jesús al Templo de Jerusalén para realizar la ceremonia de consagración del primogénito, Simeón estaba allí, y tomó a Jesús en sus brazos y recitó el canto siguiente: Ahora señor puedes dejar que tu siervo muera en paz, como lo has prometido, porque mis ojos han visto la salvación que preparaste delante de todos los pueblos: luz para iluminar a las naciones paganas y gloria de tu pueblo Israel.
El original griego:
Latín: (Vulgata)
Español: (Reina-Valera)
Español: (versión de Antonio Fuentes Mendiola, 1986)
Español: (Libro de Oración Común de la Iglesia Anglicana)
Inglés: (Biblia del rey Jacobo)
Español: (Sagrada Biblia. Versión Oficial de la Conferencia Episcopal Española)
Muchos compositores han puesto música al texto, generalmente emparejado con el Magníficat. Actualmente es usual este cántico (en su versión en inglés) durante los servicios fúnebres anglicanos, con el arreglo musical de Charles Villiers Stanford.
El Nunc dimittis ha inspirado a diversos autores; algunos son los siguientes: