En el presente artículo, nos adentramos en la interesante temática de Lengua histórica. A lo largo de estas líneas, exploraremos los distintos aspectos que hacen de Lengua histórica un tema de relevancia e interés en la actualidad. Desde su origen y evolución, hasta su impacto en la sociedad, examinaremos a fondo cada faceta de Lengua histórica. Asimismo, analizaremos las implicaciones que Lengua histórica tiene en diversos ámbitos, destacando su importancia en el ámbito académico, cultural, social y tecnológico. A través de esta exploración, procuraremos arrojar luz sobre los matices y complejidades que caracterizan a Lengua histórica, ofreciendo una visión integral que permita al lector comprender su alcance y relevancia en el contexto actual.
Una lengua histórica es aquella que se ha constituido con el tiempo en una unidad leal y es identificada como tal tanto por sus hablantes como por los de otras lenguas. Así, en España se reconocen la lengua castellana, la gallega, la catalana, y la vasca; y, en el resto del mundo, el francés, el inglés, etc.
Cada lengua histórica se halla constituida por un conjunto de lenguas funcionales, que en parte coinciden y en parte se distinguen unas de otras, aunque sin llegar a diferenciarse tanto como para perder la unidad.
Una lengua histórica, pese a la unidad que la caracteriza y la distingue de otras lenguas, presenta siempre diferencias y variedades internas.
Las variedades dentro de una lengua histórica pueden ser de tres tipos, a cada uno de los cuales le corresponde un sistema lingüístico concreto:
En una lengua histórica coexisten dialectos, niveles y estilos de lengua diferentes. Como dice Coseriu: «Una lengua histórica no es nunca un solo sistema lingüístico, sino un diasistema, un conjunto más o menos complejo de dialectos, niveles y estilos de lengua».