El sueño | |||||||||||||
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Autor | Pablo Picasso | ||||||||||||
Fecha | 1932 | ||||||||||||
Técnica | óleo sobre lienzo
El sueño ( Le Rêve ) es una pintura al óleo sobre lienzo (130 × 97 cm) realizada en 1932 por el pintor español Pablo Picasso . Tras pertenecer a la colección privada de Ganz en Nueva York , la obra fue adquirida por Steven A. Cohen en 2013. [1] Perteneciente a una serie de pinturas realizadas entre enero y marzo de 1932 que representan a mujeres dormidas, para las que se tomó como modelo a Marie Thérèse, El sueño representa a un sujeto femenino dormido con los brazos cruzados y la cabeza inclinada hacia un lado. Su rostro aparece simultáneamente de perfil y de frente. Mirando detenidamente la parte superior del rostro, se puede ver la expresión surrealista, el contenido sexual [2] , la relación íntima [3] con Marie-Thérèse Walter La sensación de suavidad, evocada por las facciones redondeadas de la mujer, se ve acentuada por las líneas curvas del sillón rojo en el que está sentada. Probablemente inspirado en la pintura fauvista de Henri Matisse [4] y alejado de las figuras monstruosas de los cuadros anteriores, el cuadro evoca, en su conjunto, armonía y serenidad. [5] CC ffn | ||||||||||||
Dimensiones | 130 × 96 cm | ||||||||||||
Ubicación | colección privada de Steven A. Cohen , Nueva York |
El sueño ( Le Rêve ) es una pintura al óleo sobre lienzo (130 × 97 cm) realizada en 1932 por el pintor español Pablo Picasso . Tras pertenecer a la colección privada de Ganz en Nueva York , la obra fue adquirida por Steven A. Cohen en 2013. [1]
Perteneciente a una serie de pinturas realizadas entre enero y marzo de 1932 que representan a mujeres dormidas, para las que se tomó como modelo a Marie Thérèse, El sueño representa a un sujeto femenino dormido con los brazos cruzados y la cabeza inclinada hacia un lado. Su rostro aparece simultáneamente de perfil y de frente.
Mirando detenidamente la parte superior del rostro, se puede ver la expresión surrealista, el contenido sexual [2] , la relación íntima [3] con Marie-Thérèse Walter
La sensación de suavidad, evocada por las facciones redondeadas de la mujer, se ve acentuada por las líneas curvas del sillón rojo en el que está sentada. Probablemente inspirado en la pintura fauvista de Henri Matisse [4] y alejado de las figuras monstruosas de los cuadros anteriores, el cuadro evoca, en su conjunto, armonía y serenidad. [5]