En la Iglesia Católica , por vida consagrada entendemos aquella forma de vida con la que los fieles (clérigos o laicos, hombres o mujeres) se consagran de modo especial a Dios mediante la profesión, por voto público , de los consejos evangélicos de pobreza , castidad y obediencia .
El estado de vida consagrada está, pues, constituido esencialmente por la profesión pública de los consejos evangélicos: no por la acción apostólica, ni por la vida en común.
Habitualmente la profesión de los consejos evangélicos tiene lugar en el seno de un instituto de vida consagrada , sociedad instituida o aprobada por la autoridad eclesiástica legítima ( Santa Sede u obispos ): estos institutos, según practiquen o no la vida comunitaria, se dividen en religiosa y laica .
Los institutos de vida consagrada no agotan todas las posibilidades de la vida consagrada: desde la antigüedad existen ermitaños y vírgenes consagradas que, de acuerdo con el Código de Derecho Canónico (cann. 603 y 604), profesan públicamente los tres consejos evangélicos en manos de un obispo.
Las personas consagradas no deben confundirse con los miembros del clero , es decir, aquellos que han recibido el Sacramento del Orden , independientemente del estado de vida que hayan elegido, ya sea seglar (los llamados diocesanos ) o regular (precisamente religiosos ). y consagrado ).