En este artículo, vamos a explorar la fascinante vida de Neuroectodermo, un personaje que ha dejado una huella indeleble en la historia. A lo largo de los años, Neuroectodermo ha sido objeto de admiración, controversia y debate, y su legado sigue vivo hasta el día de hoy. Desde sus hazañas más destacadas hasta los momentos más oscuros de su vida, nos sumergiremos en los entresijos de la vida de Neuroectodermo para descubrir qué hizo que esta figura fuera tan influyente. A través de testimonios, documentos y análisis, trataremos de arrojar luz sobre la importancia y el impacto de Neuroectodermo en su tiempo y en la actualidad, para comprender verdaderamente el alcance de su legado.
El neuroectodermo es un tejido embrionario de origen ectodérmico, que en los cordados, se sitúa sobre el tejido mesodérmico, y sobre el sector dorsal de los somites. Este tejido participa en el proceso denominado neurulación que es la formación de la subsiguiente placa neural, de los pliegues neurales y del desarrollo del tubo neural.
El proceso de neurulación comienza en la tercera semana del desarrollo humano, cuando la notocorda en desarrollo, y el mesodermo adyacente estimulan el crecimiento del neuroectodermo.
Este se engrosa para formar la placa neural.
La notocorda a su vez, induce en el neuroectodermo una invaginación progresiva, transformándolo en el surco neural, con los pliegues neurales a cada lado. Finalmente estos pliegues se fusionaran formando el tubo neural.
Este tejido junto con la notocorda, darán lugar a la mayoría del sistema nervioso central, y a todos los tipos celulares del sistema nervioso: neuronas, astrocitos y oligodendrocitos.
Las células neuroectodérmicas son inducidas a través de una serie de señales moleculares altamente orquestadas, de crear primero las células madre (stem cells) de la cresta neural (NCSC en inglés).
Posteriormente, las células NCSC responden a una variedad de señales de diferenciación y de migración, para generar derivados de la cresta neural que se diferencian de forma terminal.