El Montu es un tema que ha cautivado el interés de la sociedad desde hace décadas. Su importancia es innegable, y su impacto se ha sentido en diferentes aspectos de la vida cotidiana. A lo largo de los años, se ha convertido en objeto de debate, investigación y reflexión, generando diferentes puntos de vista y opiniones encontradas. En este artículo, analizaremos de cerca el Montu y exploraremos sus implicaciones en diversos contextos. Desde su influencia en la cultura popular hasta su relevancia en la política y la economía, el Montu continúa generando un amplio espectro de discusión que no deja indiferente a nadie.
Montu es un dios solar y de la guerra en la mitología egipcia.
Fue representado como hombre con cabeza de halcón, coronado con el disco solar, dos plumas y dos uraeus. Armado con un arco y un hacha. A veces, con cabeza de toro, coronado por el disco solar y dos plumas.
Montu era una antigua deidad, considerado dios local de Hermontis, ciudad situada al sur de Tebas, formando parte de la Tríada tebana. Se le asociaba con el halcón, siendo representado con la cabeza de este ser. Inicialmente era un dios solar, pero más tarde, durante el Imperio Medio, se le consideraba dios de la guerra y era quien brindaba protección al faraón durante las batallas. Montu era considerado hijo adoptivo de Amón y Mut.
Fue identificado con Ra, como Montu-Ra, siendo el poder destructivo del calor del Sol.
Su culto principal fue en Hermontis, extendiéndose a varias ciudades: Tebas (Karnak), Medamud, Tod. También fue venerado en Nubia. Fue desplazado por Amón durante la dinastía XII, revitalizándose su culto en el tercer Periodo Intermedio. Su fiesta se celebraba el quinto día del segundo mes de la estación de Ajet.
Su nombre lo llevaron varios faraones de las dinastías XI, XIII y XVII, intitulados Mentuhotep «Montu está satisfecho».
Montu (mnṯw)' en jeroglífico |
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