En el mundo actual, Extremo Occidente es un tema que ha capturado la atención de muchos. Ya sea por su relevancia histórica, impacto en la sociedad actual, o por su influencia en el ámbito cultural, Extremo Occidente ha generado un sinfín de debates y discusiones. A lo largo de los años, ha sido objeto de estudio y análisis por parte de expertos en diferentes campos, lo que ha llevado a una diversidad de opiniones y perspectivas sobre este tema. Con su presencia en la vida cotidiana de muchas personas, Extremo Occidente ha demostrado ser un elemento clave en la configuración del mundo en el que vivimos. En este artículo, exploraremos a fondo el impacto y la importancia de Extremo Occidente, y cómo ha moldeado nuestra visión del mundo.
Extremo Occidente o Finisterre es denominado en el mito antiguo sobre la geometría de la Tierra, que suponía que la península ibérica era el fin de la tierra firme, y que viajando hacia el Occidente los barcos llegarían a un borde y caerían al vacío. Esta creencia fue desmitificada por Cristóbal Colón al viajar hacia Occidente, en 1492, logrando llegar a América.
Así, además, se denominó Finisterre, a una serie de mitos relacionados con el fin del mundo y la aparición de uno nuevo, libre de pecado.
Este concepto produjo que diversos elementos geográficos recibiesen esa denominación:
La estrategia fue colocarnos en una determinada posición desde la que pudiéramos mirar hacia los dos extremos de las racionalidades alternativas. Nuestra topología fue de la América Latina como Extremo Occidente: allí en donde todavía es Occidente, pero también el lugar en donde Occidente termina y empieza otra cosa. Nuestra táctica fue lanzar sobre esa fortaleza del capital y su razón un asedio desde muchos puntos: filosóficos, sociológicos, políticos y sobre todo desde la vinculación efectiva con los movimientos populares para adherirse a las formas de resistencia contra la globalización.Carlos Rojas Reyes
Nómadas en Extremo Occidente.
El proyecto Pensamiento Nómada en la Universidad de Cuenca