La exaltación es una de las cinco dignidades astrológicas que unen a cada planeta a algunos signos del zodíaco . Frente a la exaltación está la caída .
Según la interpretación astrológica, cuando un planeta está en el signo de exaltación todas sus cualidades (positivas y negativas) deben considerarse aumentadas, así como todos los efectos (positivos y negativos) ligados a su posición y sus aspectos con los demás planetas. La medida (cualitativa) de este aumento debe considerarse inferior al hogar y superior a las demás dignidades.
Según la astrología occidental, cada planeta puede tener su propia exaltación en un solo signo. Históricamente, el concepto de exaltación existe desde la astrología helenística sin que exista un consenso real entre las diversas escuelas astrológicas; fue Claudio Ptolomeo en el Tetrabiblos quien sintetizó la cuestión de manera orgánica y le atribuyó las siguientes exaltaciones [1] :
además de los nodos lunares
Excluyendo a Mercurio, esta asignación es la que aún se emplea con más frecuencia en la astrología occidental en la actualidad.
Dentro de la astrología occidental existen algunas escuelas que proponen sistemas alternativos en la asignación de dignidades, incluyendo exaltaciones; entre otros el de Lisa Morpurgo que propone una visión basada en la dialéctica de los opuestos.