Bradford Disaster es el nombre dado a una masacre de fútbol que tuvo lugar en el Valley Parade en Bradford en West Yorkshire , Inglaterra , el 11 de mayo de 1985 , en la que murieron 56 personas y 265 resultaron heridas.
El sábado 11 de mayo de 1985 (solo 18 días antes de la masacre de Heysel , otra gravísima tragedia deportiva) se programó en el estadio Valley Parade de Bradford el partido entre Bradford City y Lincoln City , válido por el campeonato de Tercera División ; luego de 40 minutos de juego, probablemente provocado por un cigarro o un fósforo, se inició un incendio cerca del sector G del estadio. El árbitro Don Shaw , advertido por el juez de línea, suspendió inmediatamente el juego. La policía inició la evacuación de los hinchas presentes en el sector cercano al incendio, mientras tanto la tribuna (construida en 1908 y compuesta parcialmente de materiales inflamables) inmediatamente se incendió y el derretimiento fue a avivar aún más el fuego en las bancas de abajo y generar humo que limitaba la visibilidad.
En un par de minutos, las llamas comenzaron a extenderse, provocando el derrumbe del techo del estadio. Los sobrevivientes informaron que era casi imposible respirar.
Muchos espectadores, en un intento por escapar, saltaron a la cancha, otros habían logrado refugiarse en casas cercanas, otros más intentaron ayudar a la policía en un intento de salvar a alguien, pero no había extintores dentro del estadio; habían sido retirados para evitar posibles vandalismos entre los hooligans .
Entre la grada y el terreno de juego se había levantado un muro para contener el fenómeno de los hooligans, como en el resto de los estadios ingleses a principios de los años ochenta. Afortunadamente, la pared no era tan alta como en otros estadios y la mayoría de los espectadores lograron treparla.
Los jugadores de ambos equipos también intentaron ayudar a las fuerzas del orden y el gerente de Bradford, Terry Yorath , que tenía familiares en el sector que fueron los primeros afectados por las llamas, también los ayudó. Después de 4 minutos el sector afectado por las llamas quedó completamente destruido.
Unos días después, la tribuna fue demolida y reemplazada por una más moderna.
La mayoría de los muertos tenían menos de 20 años o más de 70; entre ellos estaba Sam Firth , expresidente del equipo local que tenía 86 años. 265 resultaron heridos.Fue el peor incendio en la historia del fútbol británico y el tercer peor desastre después de la Masacre de Hillsborough y la ocurrida en 1971 en el Ibrox Stadium de Glasgow , donde murieron 66 y más de 200 resultaron heridos.
Los agentes de policía continuaron trabajando hasta las 4 am de la mañana siguiente para retirar todos los cuerpos, muchos de los cuales aún estaban de pie en el Sector G cubiertos por la lona colapsada.
La tragedia ha recibido la atención de los medios y el apoyo de todo el mundo, incluso de figuras destacadas como Isabel II del Reino Unido , la primera ministra británica Margaret Thatcher y el Papa Juan Pablo II .
Tras las investigaciones del poder judicial británico, el estadio de Bradford fue cerrado y el equipo tuvo que jugar durante casi dos años (hasta principios de 1987 ) en un campo neutral, y las instalaciones se renovaron y se hicieron más seguras. A nivel penal, las familias de las víctimas fueron indemnizadas con 3.500.000 libras.