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Los calendarios rúnicos (o bastones rúnicos) fueron presuntamente una invención medieval sueca. Eran escritos en pergaminos o tallados en báculos de madera, hueso, cuerno o piedra.
El calendario rúnico es un calendario perpetuo basado en el ciclo metónico. Cada uno de los 19 años del ciclo se representa con un número áureo o una de las 16 runas del Futhark (o alfabeto rúnico) más tres runas adicionales especiales: Arlaug (número áureo 17), Tvimadur (número áureo 18) y Belgthor (número áureo 19).
Los días del año se presentan en una larga línea usando 52 repeticiones de las primeras siete runas del Futhark para representar 52 semanas de 7 días cada una.
En una segunda línea, una de las 19 runas representa cada año del ciclo y marca la alguna fecha, indicando que la luna nueva cae en esa fecha de ese año. Por ejemplo, en el decimoctavo año del ciclo, las lunas nuevas caerían en las fechas marcadas con Tvimadur, el símbolo para el año 18.
Solsticios, equinoccios y celebraciones (y finalmente fiestas cristianas) con líneas y símbolos adicionales.
El almanaque conocido más antiguo, el bastón Nyköping, ha sido datado en el siglo XIII, pero varios cientos de calendarios de madera están localizados entre los siglos XVI y XVII.