Hoy en día, Americanismo (lingüística) es un tema que suscita gran interés y debate en la sociedad actual. Su relevancia abarca desde aspectos personales hasta cuestiones de índole global, y su impacto se hace evidente en diferentes ámbitos. A medida que avanza el tiempo, Americanismo (lingüística) continúa siendo un tema de actualidad que no deja de generar controversia. Desde la perspectiva de la investigación y el análisis, es necesario ahondar en los diferentes aspectos que abarca Americanismo (lingüística) para comprender su alcance e importancia en el mundo contemporáneo. En este artículo, nos adentraremos en los aspectos más relevantes de Americanismo (lingüística) y analizaremos su influencia en la sociedad actual.
En lengua, se llama americanismo a
En el idioma español, un caso especial de americanismo es el angloamericanismo: es la expresión que proviene del inglés tal como se habla en los Estados Unidos, como son las palabras básquetbol, jungla, flipar y Óscar (referido al premio cinematográfico), o como se habla en el Canadá. En su diccionario de americanismos, la ASALE recoge unas 70 000 voces, lexemas complejos, frases y locuciones y un total de 120 000 acepciones.
Desde el año 1492, con la llegada a América de Cristóbal Colón y sus hombres, hubo un intenso intercambio cultural por el que las lenguas indígenas se enriquecieron con vocablos castellanos y el castellano incorporaba cierto número de nuevos vocablos de las lenguas indígenas sin correspondencia en el Viejo Mundo, ya que designaban fenómenos atmosféricos (huracán), animales (jaguar, cocuyo, colibrí, tiburón), vegetales (ceiba, batata, tabaco, caoba), objetos (hamaca, canoa), costumbres (barbacoa) e instituciones (cacique) propios de aquellas tierras recién descubiertas. Muchos de esos vocablos pasaron a su vez desde el español al resto de las lenguas europeas.
El primer americanismo incorporado al español es la palabra "canoa", utilizada por Cristóbal Colón el 26 de octubre de 1492 en el Diario del Primer Viaje. El siguiente fragmento es del texto de ese diario tal como fue reconstruido por Bartolomé de las Casas:
En cuanto a la procedencia de los préstamos, la mayoría de ellos procede de las lenguas ampliamente extendidas que todavía hoy cuentan con un gran número de hablantes: el náhuatl, el quechua, el aymara y el guaraní (junto con otras lenguas tupí-guaraní). Además de estas lenguas, también destacan las lenguas arawak y las lenguas caribes, muy minoritarias hoy en día. Las lenguas mayas, a pesar de su importancia demográfica, aportan relativamente pocos préstamos. En cuanto al tipo de léxico aportado, buena parte corresponde a plantas y animales autóctonos de América, y hay también modismos locales o nacionales de uso general en América, sinónimos provenientes de otras lenguas y palabras que designan objetos domésticos, alimentos preparados y conceptos de la organización social de los pueblos indígenas.
Muchos de los americanismos fueron tomados del idioma taíno, otrora lengua indígena en las Antillas, las primeras tierras colonizadas por los españoles, así como de los idiomas que se hablaban en las grandes civilizaciones americanas precolombinas, principalmente en las civilizaciones azteca, inca y maya.
De la lengua de los pueblos nahuas, provienen: aguacate, zoquete, petaca, malacate, petate, chocolate, cacao, tomate, coyote, hule, tiza, chicle, cacahuate, chile, cuate, guacamole, jícara, mezcal, milpa, mole, nopal, ocelote, papalote, peyote (véase: nahuatlismo).
Del quechua provienen:
(véase: quechuismo)
Del taíno provienen los primeros americanismos introducidos en el castellano
...siempre los hombres con un tizón en las manos, y ciertas hierbas para tomar sus sahumerios, que son unas hierbas secas metidas en una cierta oja, seca también, á manera de mosquete hecho de papel, de los que hacen los muchachos la pascua del Espíritu Santo, y encendido por la una parte del por la otra chupan, ó sorben, ó reciben con el resuello para adentro aquel humo, con el cual se adormecen las carnes y cuasi emborracha, y así, diz que, no sienten el cansancio. Estos mosquetes, ó como los llamaremos, llaman ellos tabacos.
Un cronista contemporáneo, Gonzalo Fernández de Oviedo describe el consumo del tabaco en su Historia General de las Indias (1835) como parte de un ritual y describe sus efectos somníferos:
... é tomaban el aliento é humo para si una é dos é tres é mas veçes, quanto lo podían porfiar, hasta que quedaban sin sentido grande espaçio, tendidos en tierra, beodos ó adormidos de un grave é muy pessado sueño... Esta hierva tenían los indios por cosa muy presçiada, y la criaban en sus huertos é labranças, para el efeto que es dicho; dándose á entender que este tomar de aquella hierva é záhumerio no tan solamente les era cosa sana, pero muy sancta cosa...
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sin título (ayuda).
En esta isla Española y en las comarcanas tenían otra manera de yerba como proprias lechugas, y esta secaban al sol y al fuego, y hacían de unas hojas de árbol secas un rollete como se hace un mosquete de papel, y metían dentro una poca de aquella yerba y encendían el mosquete por una parte, y por la otra sorbían ó atraían el humo hacia dentro en el pecho, lo cual les causaba un adormicimiento en las carnes y en todo el cuerpo, de manera que ni sentían hambre ni cansancio, y estos mosquetes llamaban tabacos, la medía sílaba luenga.(Las Casas, Apologética, p. 181)